Los alimentos no son solo necesarios para vivir, ¡el gasto en comida si es demasiado grande te puede comer vivo! Como la comida es un gasto necesario y fijo un pequeño ahorro de 20 euros a la semana puede convertirse en un ahorro de 1000 euros al año. Tratar de planificar por adelantado. Al saber lo que se necesita, somos capaces de comprar en grandes cantidades (casi siempre más barato) y reducir las compras de alimentos de conveniencia (siempre más caros). Aprovechar los descuentos de supermercados y utilizar cupones de revistas puede convertirse en un gran ahorro.
Considerar la posibilidad cambiarse a marcas de la tienda o genéricos. Es posible que la calidad sea la misma, a veces incluso mejor que la de las marcas establecidas, las marcas blancas suelen ser menos costosas.
Comprar solo lo que se vaya a consumir en poco tiempo no evita gastos innecesarios, por no hablar del espacio en las estanterías.
A veces los precios cambian considerablemente de una tienda a otra de la misma zona, ahorrar algo de dinero cambiando nuestra tienda de siempre puede ser un gran ahorro, si destinamos 50 euros por semana a la compra semanal y conseguimos ahorrar 10 euros, al año pueden convertirse en 500. No tires tu dinero solo porque tienes la costumbre de ir a la misma tienda.
