¿Cuál es la mejor forma de financiarse ?

Las tarjetas de crédito y los préstamos personales ofrecen, a priori, la misma solución financiera. Aportan liquidez para hacer frente a determinados gastos, ya sean imprevistos o no. Sin embargo, no es lo mismo financiarse a través de una tarjeta de crédito que hacerlo a través de un préstamo personal. Este último permite hacer frente a gastos con importes mucho más elevados, a devolver en plazos de amortización más largos, mientras que las tarjetas de crédito permiten obtener liquidez a muy corto plazo, de manera rápida y flexible.

Veamos a continuación cuáles son las ventajas e inconvenientes de elegir uno u otro tipo de financiación.

Ventajas e inconvenientes de financiarse a través de una tarjeta de crédito

Aunque muchos consumidores consideran peligroso el uso de las tarjetas de crédito lo cierto es que su utilización adecuada acarrea muchas más ventajas que inconvenientes. La flexibilidad, la comodidad y la posibilidad de controlar en todo momento la situación de nuestras cuentas bancarias son algunas de las ventajas que ofrece la financiación a través de las tarjetas de crédito.

La flexibilidad sería, sin duda, una de las mayores ventajas de las tarjetas de crédito ya que ofrecen la posibilidad de financiar las compras o los gastos de distintas formas:

  1. Fraccionando los pagos: mediante esta forma de financiación el cliente sabrá desde el principio qué cuotas va a pagar y cuándo saldará la deuda. 
  2. Mediante plazos mensuales: permiten al cliente saber cuál va a ser el pago que realice de forma mensual. 
  3. Pagando un porcentaje sobre la deuda: es probablemente la menos atractiva de las tres opciones, ya que al pagarse un porcentaje sobre la deuda siempre quedará una deuda pendiente de amortizar que generará más intereses.

Pero más allá de la flexibilidad a la hora de realizar los pagos, las tarjetas de crédito cuentan con otra serie de ventajas a tener muy en cuenta:

  • Intereses cero: no aplican intereses si la deuda se liquida mes a mes. Sería, por tanto, como recibir un préstamo a un mes a un interés cero. 
  • Devolución de un porcentaje de las compras y programas de puntos: algunas tarjetas de crédito devuelven a su titular un porcentaje de las compras realizadas con ellas. Otras, además, ofrecen un programa de puntos con el que el titular puede disfrutar de determinadas ventajas. 
  • Seguros incluidos: la mayoría de las tarjetas de crédito llevan asociados una serie de seguros (accidentes, viajes, etc…)

Sin embargo, no todo son ventajas. El importe al que se puede acceder a través de una tarjeta de crédito es más limitado del que ofrece el préstamo personal. Además, según advierten expertos del comparador bancario Bankimia, el mal uso de una tarjeta de crédito puede suponer un estrangulamiento de la economía familiar. Es recomendable ser muy cuidadoso si decide utilizar una tarjeta de crédito como opción de financiación. Debe prestar especial atención al límite del crédito concedido por el banco. Sobrepasarlo puede acarrearle serios problemas financieros.

En este caso, a la comisión por reclamaciones de posiciones deudoras (suele ser de unos 35 euros), el banco añadirá la comisión por sobre excedido del límite de la tarjeta de crédito que tiene un importe fijo de 30 euros más los intereses de demora que suelen superar el 20% TAE.

Ventajas e inconvenientes de financiarse a través de un préstamo personal

Frente a la flexibilidad de las tarjetas de crédito, los préstamos personales permiten al cliente solicitar importes de dinero más elevados a devolver en plazos de amortización más largos (de entre 5 y 7 años). Las ventajas de los préstamos personales respecto a la financiación con tarjetas de crédito está en los tipos de interés que, aunque elevados, no llegan ni de lejos a los que aplica el dinero de plástico.

En la actualidad, el interés medio de un préstamo al consumo suele rondar el 8,5-9%, aunque se pueden encontrar préstamos personales con intereses más elevados, de incluso el 14%. Pero el mayor problema en estos momentos de los préstamos personales estriba en la dificultad para acceder a la financiación.
Los bancos están restringiendo al máximo la concesión de créditos debido, entre otros, a los altos niveles de morosidad. Según el Banco de España, la tasa de créditos dudosos en nuestro país se ha reducido al 10,4% como consecuencia de la transferencia de activos a la Sareb, aún así, esta cifra resulta todavía considerable.

También en referencia a los préstamos personales cabe advertir que, en caso de no poder hacer frente al pago de la cuota mensual del préstamo, el titular del mismo deberá hacer frente a la comisión por reclamación de posiciones deudoras y a los intereses de demora que vienen estipulados en el contrato del préstamo. Estos pueden llegar a ser del 29% TAE.

 Artículo facilitado por Bankimia.com

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