martillo-de-madera_95341Una de las situaciones más desagradables que se pueden vivir en la actualidad es tener que afrontar un embargo. Al agobio de no poder pagar las deudas, se suma la angustia de ver cómo te pueden quitar algo que ya posees. Pero, ¿por dónde empiezan a embargar?.

Lo primero es el dinero efectivo o las cuentas bancarias que posea la persona que sufre el embargo. Después siguen por los diversos activos financieros que pueda poseer, como las letras de cambio, acciones, fondos de inversión, títulos del Tesoro…. A continuación se fijan en las joyas y objetos de arte con valor, para continuar con las rentas en dinero, independientemente de su origen, una subvención, el alquiler de una vivienda… ellos embargan cualquier entrada de dinero, excepto el salario, que será más adelante.

Si con eso no han conseguido saldar la deuda, el siguiente paso se encauza hacia los bienes muebles, es decir, un coche, un caballo, una motocicleta… Y a continuación, los bienes inmuebles como pisos, viviendas, fincas, etc…

El último paso es el salario, pensiones o ingresos de actividades profesionales, pero aquí sólo pueden embargar una parte en base a una tabla. Los primeros 641,40 euros no son embargables y a partir de ahí, por cada segundo tramo idéntico, es decir, de 641,40 euros, pueden embargar un 30%, es decir, 192,42 euros; en el tercer tramo un 50%, o 320,75 euros, y así sucesivamente hasta llegar al sexto tramo, a partir del que pueden embargar el 90%.

A pesar de estar embargado, independientemente de la cantidad que deba pagar, debe recordar que hay algunos gastos que son obligatorios si no quiere aumentar su deuda. Por ejemplo, debe seguir pagando el seguro de su coche o dejar de utilizarlo, pues la sanción por carecer de él es de 3.000 euros y si sufre un accidente debe responder con su patrimonio.

Las multas, los impuestos como el IBI o de Vehículos de Tracción Mecánica, pueden acumular importantes recargos si no se saldan en plazo. Las cuotas de la comunidad también son de pago obligatorio, mientras que la luz, el teléfono o el gas, son suministros que en caso de no pagar, acumulan intereses de demora e incluso pueden ser cortados.

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