Se acerca el final del año y con ello se acaban las oportunidades para intentar que tu próxima declaración de la renta sea menos gravosa. De todos es sabido trucos como las cuentas viviendas o la amortización de las hipotecas, pero hay otras pequeñas argucias para que Hacienda nos cueste menos. Es hora de empezar a pensar en cómo pagar menos.
Por ejemplo, aquellas personas que trabajan para una empresa pueden negociar con ella recibir parte de su salario en especie, puesto que los cheques para el restaurante por un coste inferior a los 9 euros están exentos, con la tarjeta del autobús se puede llegar hasta un máximo de 1.500 euros al año o con un seguro sanitario se pueden alcanzar, según las condiciones familiares, hasta los 500 euros.
Las matrículas de los cursos de formación, la guardería e incluso recibir hasta 12.000 euros en acciones de la empresa, son otras formas de ahorrar. También debemos recuperar gastos porque la cuota del colegio profesional o de afiliado al sindicato, también ayudan a reducir los rendimientos del trabajo.
Recibir esa parte del salario en especie ayudará a bajar la base de cotización y por tanto, el resultado final siempre nos será más favorable.
Por otra parte, las aportaciones a las ONGs o apadrinar un niño, también desgravan, siempre que pidamos el correspondiente certificado y debemos vigilar la renta por ahorro, es decir aquellas vinculadas a ventas, dividendos o intereses, puesto que hasta 6.000 euros tributan un 19% mientras que la cantidad que exceda esa cifra, lo hace al 21%.
Llega diciembre y es hora de empezar a hacer cuentas. El beneficio no será inmediato, pero en junio, al hacer la Declaración de la Renta, agradeceremos haber sido previsores.