Durante los años de bonanza, nuestras carteras se llenaron de tarjetas de crédito: la del banco, la visa, la que nos dieron con la hipoteca, la del carburante… pero ahora es un buen momento para revisarlas y ver cómo podemos ahorrar unos euros con ellas. Es tiempo de planificar y ahorrar.
Para ello, empezaremos sabiendo cuáles son de débito y cuáles de crédito, porque las condiciones de estas últimas pueden darnos algún que otro susto a fin de mes. Luego debemos mirar cual es la cantidad que nos cobra el banco por su mantenimiento, puesto que cada entidad financiera puede aplicar la cantidad que considere oportuna. Según los datos del Banco de España, la cuota media anual de una tarjeta de débito es de 16 euros y de 33,4 para una de crédito.
A continuación miraremos aquellas tarjetas que también nos cobran por disposiciones en efectivo en cajeros. Además, siempre debemos recordar que sacar dinero de la red de cajeros de nuestro banco es gratuito, mientras que si lo hacemos en otras entidades, nos cobran una media de 3 euros.
En las tarjetas de crédito también tenemos que analizar la forma de pago, pues nos permiten hacerlo al contado, de forma global a fin de mes o en pagos aplazados pagando cada mes una cantidad determinada previamente, que suelen ir acompañados de un elevado interés. Esta última opción es poco aconsejable.
Todos esos detalles, y algunos más como comprobar que la tarjeta no es gratuita durante un tiempo y después tiene coste, son importantes para ahorrar unos euros.